domingo, 10 de enero de 2016

Ufff, como está el patio...

sábado, 18 de diciembre de 2015
Guión de un monólogo
Hey family de mis entretelas, hola, hola, hola. Muy buenas noshes, noshes, señoritas y señoritos. Esta historia que les voy a contar, según vosotras, es muy verídica, aunque nos ponéis a los tíos, a bajar de un puto burro...

En mis primeros monólogos, casi siempre contaba lo que había leído una mañana cualquiera en la prensa matutina gratuita. Las cosas ya han cambiado un poquito, hay que reciclarse, y ahora veo las noticias desde el puto ordenador, digitalmente, cibernéticamente, como un auténtico señor. En lo único que sigo igual, es que estoy igual de tieso, vamos, que no soy der taco...

Bueno, volvamos al critiqueo femenino, algunas situaciones de las que cuentan, llevan más razón que na, todo hay que reconocerlo. Pues en una web más femenina que los tacones de aguja, explicaban a las shicas, que supongo, serán las que leerán esa web. Bueno, si, de acuerdo, yo me metí de okupa, no te jode...

Prosigamos pues, en un estudio divulgado por esta web, explicaba a las shicas, todos los buitres que se les van a aparecer, cuando salgan con sus amigas a tomar alguna que otra copita y a bailar como posesas una noshe de marcha en la discoteca de turno. Decían que en la noshe aparecen todo tipo de perfiles masculinos que han querido estereotipar para que se eshara unas risas la que lo leyera. Eso mismo voy a hacer yo ahora mismito, con todo mi cariño para esta web, que habían seleccionado a 13, si 13, sin supersticiones, tipos de perfiles masculinos que se encontrarían en la disco.


Hay de todo, así que seguro, que todos vosotros os vais a dar por aludido en algún caso, segurísimo. Comenzamos, del 13 al 1, ininterrumpidamente, estamos:


Con el número 13, El viejo. Se trata de un individuo de avanzada edad, canoso o pelón der to y con una pinta de estar acabado, que te esha patrás. Es el siguiente paso posterior al pureta de toda la vida. Este personaje, suele ir solito a los bares, discotecas o lo que se precie. Se supone, que sus amigos, si le queda alguno que no se haya largado con los pies por delante, está en la residencia. Hablan con to quisqui, hasta con los floreros, al igual que, por supuesto, suele beberse el agua de los mismos. Se les recomienda a las shicas, que si les mira, huyan despavoridas. Ya si se les acerca, pishita, a huir rápidamente. Ya, si por último, llega a acercarse para hablar, le deben de decir las shicas, que le recuerda una barbaridad a su papá.

 
Con el número 12, El tramposo. Hay una plaga de putos tramposos que no se pue aguantá. Es el típico shico, pinta de shuloplaya, que entra en la disco pisando fuerte e inmediatamente se pone a ligar con cualquiera que esté medio regular. Se pasa toda la noshecita detrás der shosho que ha elegido, para ar finá decirle a la shiquilla que él tiene novia, pero que no es na serio. ¡¡Tequiyá!!

 
Con el número 11, El Hipster. Es el tío más cool, más de moda, más in, más sus muertos... Es el clásico niñatillo pijo, con barbita bien cuidada, gafitas de pasta y der taco, aunque quizás, ni siquiera necesita graduación, es por puta imagen. Su peinado suele ser el último grito, lo más moerno que hay, con sus pertinentes horas de laca. Suele ser un egocéntrico de tomo y lomo. No es trigo limpio, esa es mi humilde opinión.


Con el número 10, El dulce. Si, ya lo se, podría ser yo, pero no... Que modesto soy, coño... La primera impresión de este cazador es buenísima, vamos, requetebuenísima. Un simple y llano ¿Qué tal? la mete en el bolsillo de todas todas. Habla cortésmente con la hembra, mantiene con ella una prudente distancia, el contacto visual pero, al finalizar la noshe en la disco, le pide el número de móvil, del WhatsApp y le pregunta si tiene Facebook y Twitter, pero de final feliz, na de na el primer día. Por eso no se parece a mi, miarma.

 
Con el número 9, El bipolar. Personaje raro, raro, raro... Se pasa toda la noshecita hablando como una cotorra con su presa femenina, demostrando muchísimas en común, muchísimos gustos y la cubre de lindos piropos. Pero como todo, lo bonito bonito, tiene que tener algún truco del almendruco. Ar día siguiente, er shosho, ya con el tangita más húmedo que una compresa usada, lo busca en er Facebook, después de haberlo agregado como amigo desde er móvil, en la misma disco la noshe anterior, y se da cuenta entonces, que el mamón le ha bloqueado...


Con el número 8, El espléndido. Para empezar, es der taco, pues su táctica comienza en invitar a su shosho elegido y a todas sus amigas a todas las rondas de copas que hagan farta, con la esperanza de poder llevarse por lo menos a una a su apartamento, cuando termine la noshe. Se les recomienda a las shicas, que se beban rápidamente er cubata y para huir, lo mejor es alegar entre todas a la vez, ir al baño a desagüar...


Con el número 7, El borrasho. Este pájaro es superior a mi, porque todos nos hemos cogido algún pedo que otro, yo personalmente, muy poquitos. Pero este pájaro es fin de semana borrashera y al otro también. Se pasa horas de la disco, mirando con ojos de salio perdio a la presa que haya elegido. Cuando ya está totalmente pedo, se acerca a la shati de turno y la caga considerablemente.


Con el número 6, El gay. Según vosotras, y no estoy de acuerdo para nada, es el shico más ideal del mundo mundial, súper requeteguapo y er tío más simpatiquísimo que existe. Os voy a quitar un poquito ese mito, shiquitinas mías, er tío que cose pa la calle, de buenas es la hostia puta, pero de malas, pishita, es como vosotras o peor, musho peor. Una mala leshe que te quita er sentio.

 
Con el número 5, El encantador. Que no, coño, no me miréis así, quillo, que me corto... Yo no soy de esa calaña, ya que es un individuo que rebusca el piropo más cursi y manido del mundo entero y, lo peor, es que se creen originales. ¡¡Tequiyá!! Originales, que es mu triste, cabesa, como le puedes decir a una tía güena pa ligártela: ¿Nunca te han dicho lo guapa que eres? Almacátaro, eres más antiguo, que los balcones de palo...


Con el número 4, El masho alfa. Es es típico gilipollas de horas y horas de gimnasio, con unos músculos que no veas, una tableta de shocolate en to er torso, pero un cerebro como un puto grillo. Además, en er fondo son entre canis y shuloplaya, con camisetas ceñidas y mushísimas proteínas en su viril cuerpo. Me parece que la he cagao, porque los dos seguratas der fondo, me están mirando con cara de pocos amigos. ¡¡No pasa na, shurra, vosotros sois la excepción!!

 
Con el número 3, El pervertido. Escushar mujeres, al loro, cuando saltáis a la pista a mover el esqueleto, vamos, a bailar, ahí aparece el típico plasta tontolaba, que te engansha de la cinturita a la primera de cambio, aunque no le hayas visto en la puta vida. Lo peor, es que no te suelta ni a la de tres.


Con el número 2, El mirón. Yo soy muy observador, pero mirón mirón, poquito, eh... Cada vez que la shati se da la vuerta, está desde la barra y con los ojitos saltones, mirándola con cara de estar comiéndole to el parrús... Más que mirón, yo le pondría el nombre de desesperado, adicto a pajearse, con más callos en las manos que una congoleña de 80 años.


Y para terminar, con el número 1, El sobón. Es quizás, al que yo llamaría mirón, porque mira al shoshete elegido, como si no llevara nada puesto. En la pista, comienza a frotarse contra la shiquita, con la clara intención de calentarla. Cuando ya está más caliente que los palos del shurrero, atacan. Alguna vez, triunfan, eso es lo jodio...

 
Bueno shatines, público expectante, el pescao ya está vendio por hoy y la pescailla se muerde la cola, su cola, estamos. Gracias, gracias, mushas gracias a todos y a todas. Lo dicho, hasta la próxima, ciao pescao. 

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